Ya en épocas de La
Colonia, El Pueblo del Espíritu Santo,
que es como le nombraron inicialmente los ibéricos a este poblado, continuó
siendo el punto de enlace y de descanso para los viajeros, colonos,
comerciantes, misioneros y aventureros que transitaban de este a oeste , o
desde la Sierra al País del Dorado y la Canela. Es en este lapso cuando empieza
la tradición del Asiento de Los Baños como lugar que brinda hospitalidad a las
personas que llegan a su cuna en busca de relax, de revitalización y de
espiritualidad. Este último factor , es decir el de la espiritualidad, ha sido
el motivo principal por el que a través de la historia la gente de todos los
estratos y orígenes ha arribado a Baños. Este fenómeno se ha dado por el
amalgamiento de la riqueza en propiedades curativas que poseen las aguas de sus
vertientes termales volcánicas, y la fama de la milagrosa Virgen del Rosario de
Agua Santa , prestigio que empezó a expandirse desde la segunda mitad del siglo
XVI .
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